El 17 y 18 de Octubre de 2013 se celebraron en la Universidad de La Rioja las XXIV Jornadas Formativas de la Asociación de Profesionales de los Gabinetes de Comunicación de las Universidades Españolas y Centros de Investigación (AUGAC).

Esta edición abordó el fenómeno de los rankings universitarios y su impacto en la reputación de las universidades españolas, tema de gran actualidad en los últimos años en la universidad española y también en el Ministerio, no olvidemos que el ministro Wert ha afirmado en varias ocasiones que la situación de la universidad española no es satisfactoria y que no aparece ninguna de las universidades españolas entre las 150 mejores del mundo.

En este primer artículo, de una serie de tres, publicamos un resumen de las ponencias realizadas el jueves 17 de octubre. Próximamente estarán disponibles la segunda y la tercera parte. También quiero aclarar que, los posibles errores que puedan reflejarse en este artículo, son achacables exclusivamente al autor del resumen y en ningún caso a los ponentes.

La inauguración de las jornadas corrió a cargo de José Arnáez Vadillo, Rector Magnífico de la Universidad de La Rioja, José Francisco Merino Domínguez, Presidente de la Asociación de Profesionales de Gabinetes de Comunicación de Universidades y Centros de Investigación del Estado Español (AUGAC) y José Javier Tejada Martínez, Director de la Oficina de Comunicación de la Universidad de la Rioja y Coordinador de las Jornadas

En esta presentación de las jornadas se avanzaron algunas de las ideas que, de forma recurrente, se analizaron durante las jornadas:

  • Los rankings y la reputación son un tema de creciente interés.
  • Se ha pasado de ignorarlos o despreciarlos a tener una importante repercusión mediática.
  • Una aproximación inteligente puede ser utilizar los rankings para mejorar; para poder llevarlo a cabo de la mejor forma se necesitarían rankings adecuadamente diseñados.
  • Los medios, en muchas ocasiones transmiten un mensaje negativo a los ciudadanos, ninguna universidad española entre las mejores del mundo.
  • Son limitados, centrándose en la investigación y dejando de lado otras misiones de la universidad.
  • Se cuestiona la metodología y los indicadores, considerándose sesgados y es necesario que los elaboradores aporten información clara y detallada.
  • Las Unidades de Comunicación tienen un importante papel: informar  a la sociedad y dar visibilidad a los casos de éxito.

A continuación, Francesc Solé Parellada, de la Fundación CyD, presentó la ponencia: Los rankings:  ¿Son útiles? ¿Por qué despiertan tantos recelos?

La presentación comenzó haciendo referencia a los rankings en general. El ponente aclaró que FCYD es partner de Multirank en España y responsable de su desarrollo en nuestro país.

Destacó el interés creciente por los rankings. Están de moda y son una fábrica de noticias, por lo que es inútil quejarse, están para quedarse. Además sigue creciendo el número de rankings, así como las utilidades añadidas a éstos. Su impacto crece tanto en los gobiernos como en las universidades y éstos son conscientes del posible abuso. Y no hay que olvidar que, además, los elaboradores ofrecen servicios de pago a las universidades y AAPP, basados en información que obtienen gratis; los rankings tienen, por tanto, un componente de negocio.

Los rankings son importantes para los diferentes actores.

UNIVERSIDADES. Especialmente a la hora de definir o implantar su modelo de negocio, para buscar y encontrar partners estratégicos, conseguir mejores profesores y alumnos, procesos en los que el prestigio sea importante (transferencia de tecnología y parques científicos), prestigio de la institución,  credibilidad y reconocimiento.

POLICYMAKERS. Les ayuda a conocer la importancia de las universidades, por ser actores claves en el desarrollo y la competitividad:

  • conocer sus resultados relativos y sus carencias, 
  • interés en posicionar las Universidades en los rankings (Imagen),
  • mejorar la atracción de alumnos y de talento,
  • mejorar la segmentación de políticas de emigración, 
  • establecer normas de reconocimiento y homologación de titulaciones.

STAKEHOLDERS. Los rankings le pueden ayudar a determinar dónde reclutar talento, seleccionar aquellas universidades de las cuales convertirse en clientes de servicios avanzados, buscar partners en postgrados o dónde ubicar una empresa.

ESTUDIANTES.  Les pueden ayudar a determinar en qué universidad la oferta encaja mejor con sus objetivos.

PROFESORES. Les puede ayudar a determinar en qué universidad trabajar (movilidad).

Y de forma general, son de utilidad a la OPINIÓN PÚBLICA.

Los rankings pueden ser positivos y ayudar a las universidades a mejorar, o negativos, pero para ello, los indicadores, que son una parte crítica de los rankings, deben ser fiables. Los indicadores sintéticos son discutibles y deben estar basados en una metodología robusta; los indicadores simples tienen peligros, es cierto que son sencillos, pero siempre habrá algo en lo que seamos primeros o últimos, por ello lo importante es buscar indicadores que midan la calidad. En todo caso, los indicadores más seguros son los bibliométricos y se valoran más los indicadores de productividad e impacto y menos los de excelencia, siendo importante que sean claros (por ejemplo ratio doctores licenciados).

En el análisis de los rankings es importante tener en cuenta:

  • Si la información es fiable,
  • Que la metodología y los indicadores sean claros,
  • Qué mide realmente,
  • Cómo se calculan los resultados e indicadores,
  • Qué utilidad tienen,
  • Cómo afecta la clasificación al comportamiento de las universidades,
  • Impacto sobre el debate de políticas públicas.

En todo caso, los rankings tienen algunos problemas conocidos como las propias metodologías e indicadores utilizados, la penalización de artes, humanidades y CC Sociales y la comparación entre universidades de distintos países con condiciones socio-económicas muy diferentes.

Como última reflexión antes de entrar en el análisis de U-Multirank, el ponente resaltó que es importante tener en cuenta que los rankings parten de una visión elitista del mundo universitario, dado que solamente tienen en cuenta entre un 1%y un 2% de las universidades existentes, siendo, por tanto, de interés para un número limitado de países e instituciones.

A continuación pasó a analizar de forma breve el ranking U Multirank. Recordamos que este ranking se ha analizado en este blog en las páginas nuevo ranking europeo: U-Multirank (segunda parte) y nuevo ranking multidimensional europeo: U-Multirank.

Los objetivos de este ranking multidimensional son dar una mayor transparencia dentro del Espacio Europeo de Educación Superior, ser una herramienta de benchmarking con instituciones no europeas, servir a estudiantes, instituciones, empresas y policymakers como herramienta para la toma de mejores decisiones y, en definitiva, facilitar un mayor conocimiento de las universidades y permitir su mejora.

Los principios básicos de este ranking son: multinivel, no utiliza indicadores sintéticos, no pretende obtener una liga de universidades y  el usuario define el entorno y parámetros que quiere analizar, así como qué universidades.

El ranking se define para un ámbitos de conocimiento que se establecen según la oferta de títulos existentes: Artes y Humanidades, CC Sociales,  CC experimentales, CC Salud, Arquitectura e Ingeniería.

Se miden 6 dimensiones y cada una agrupa varios indicadores: enseñanza,  investigación,  transferencia del conocimiento,  Orientación de la institución,  impacto en el desarrollo regional, Inserción laboral, obteniéndose la información de distintas fuentes, universidades, fuentes públicas, encuestas, etc.

El usuario que desea realizar comparaciones,  debe seleccionar en primer lugar el ámbito de conocimiento, a continuación las instituciones a comparar y, finalmente,  los indicadores. El resultado no es un listado ordenado de universidades, sino una tabla  con código de colores que compara el resultado de cada universidad para ese ámbito de conocimiento, dimensión e indicador.

Hasta el momento han mostrado su interés en participar 71 universidades. En 2013 se obtendrán datos y en la primavera de 2014 se publicarán primeros resultados.

La siguiente ponencia, “La reputación de las universidades. Claves para su gestión”, corrió a cargo de  Justo Villafañe, Catedrático de la UCM y Presidente de Villafañe & Asociados y Elena Carreras, Consultora de Villafañe & Asociados

La reputación es un aspecto clave de las Universidades y es importante gestionarla de forma adecuada. Esta reputación es el resultado del binomio realidad (infraestructuras,  docencia,  investigación,  transferencia) y el reconocimiento de los grupos de interés de esa realidad.  Los rankings son un indicador más a tener en cuenta en la realidad de una universidad.

En el contexto actual de las universidades se debe destacar la heterogeneidad de las instituciones (públicas, privadas,  grandes,  pequeñas, distintos entornos,  etc.) y la elevada competencia (atraer talento y estudiantes,  financiación,  transferencia del conocimiento). De este modo,  la gestión de la reputación se entiende desde una doble perspectiva, la mejora de las universidades y su diferenciación;  ya no es suficiente gestionar la universidad desde una perspectiva académica,  sino buscar un posicionamiento reputacional diferenciador.

Se define reputación como el reconocimiento que los grupos de interés de una universidad hacen de su comportamiento académico y de la satisfacción de sus expectativas de acuerdo a los compromisos adquiridos por la universidad expresados a través de su misión,  visión y valores. Esta es una concepción poliédrica,  donde se definen distintos grupos de interés así como distintos grados de satisfacción de las expectativas de esos grupos.

Por lo tanto, la fórmula de la reputación es realidad + reconocimiento.  Si solamente hay realidad, estamos hablando de que solamente hay gestión; si solamente hay reconocimiento estamos exclusivamente ante imagen. Es crítico que haya un reconocimiento de los valores reputaciones, pero la imagen sin una realidad detrás, no aporta valor real.

El ponente recordó que la reputación se puede y debe gestionar y planteó que es el resultado de una serie de indicadores, agrupados en cuatro ámbitos (calidad docente, infraestructuras y recursos,  excelencia investigadora, inserción social) más un quinto ámbito transversal, la internacionalización.  En función de su reputación,  se puede establecer una taxonomía de universidades,  grandes universidades públicas nacionales, medianas y pequeñas universidades autonómicas públicas y universidades privadas, cada una con su papel.

Se destacó en la ponencia el papel de la universidad como motor de desarrollo territorial: inserción social (atraer, desarrollar y retener talento) desarrollo de parques tecnológicos como ejemplo de sinergia universidad-empresa-centros de investigación, etc.

La gestión de la reputación se puede afrontar desde una posición reactiva o desde un enfoque proactivo y utilizando una metodología holística, donde los rankings son un indicador más. Utilizando este enfoque, se debe diagnosticar (realidad y su reconocimiento), gestionar (disponer de métricas fiables) y comunicar (poner en valor las fortalezas reputacionales).

Por último,  planteó un modelo de desarrollo de un plan estratégico de Reputación de una universidad, utilizando un modelo que ha desarrollado el profesor Villafañe y que está integrado por cinco fases o etapas:

Formulación de la visión reputacional

  • Establecer misión,  visión,  valores y grupos de interés.
  • Definir modelo de universidad propio, recogiendo los objetivos de toda la universidad de una forma movilizadora.

Jerarquizar grupos de interés y objetivos de reputación.

  • Definir cuáles son los stakeholders relevantes.
  • Establecer un mapa y una jerarquía de grupos de interés, su incidencia presente y futura y su capacidad de difundir nuestros valores.
  • Establecer una matriz de objetivos a desarrollar reflejando la importancia de cada uno.

Diagnóstico y cuadro de mando

  • Eliminar el gap entre la reputación deseada y actual y entre reputación y realidad.
  • Los rankings en este apartado son una herramienta más que ayudan a contrastar la realidad y su reconocimiento,  junto con otras: entrevistas,  fuentes públicas,  reputación on line, benchmarking, etc.

Plan de mejora

  • Orientado a cambiar la realidad de la universidad.
  • Establecer un programa de mejoras y objetivos operativos, conociendo previamente dónde tenemos buen-mal desempeño y buen-mal reconocimiento y buena-mala valoración por parte de los grupos de interés.   Esto permitirá definir el plan de mejora estableciendo los objetivos operativos (Qué hay que hacer en cada tema)

Plan de comunicación

  • Qué hechos, logros, compromisos debe comunicar la institución,  a quién y en qué momento, tanto mediante la sensibilización interna como la información hacia el exterior.
  • La comunicación no genera reputación,  pero es básica para poner en valor los aspectos que queremos destacar.

Por último se destacó el importante papel del Dircom en la gestión de la reputación,  pieza clave y que requiere el compromiso del Equipo Rectoral.

Como resumen de la ponencia, se pueden destacar los siguientes aspectos:

  • Es importante que las universidades definan un posicionamiento reputacional propio.
  • La reputación se debe gestionar de forma profesional y puede aportar mucho valor.
  • La reputación se puede construir y conseguir.
  • Es importante marcar los objetivos de reputación deseados, recogidos en la misión,  visión y valores.
  • Es crítico disponer de métricas.
  • Los rankings sin una fuente más de información, pero la reputación es distinta del resultado de los rankings.

Tomás Gómez Gómez 19/Octubre/2013