A lo largo del mes de agosto se han publicado en prensa varias noticias sobre los aspectos más escabrosos del Informe de fiscalización de las cuentas anuales 2008 de la UPM elaborado por la Cámara de Cuentas de Madrid, entidad que también ha sufrido algún embate de los medios de comunicación por la mala gestión de parte de sus fondos puesta de manifiesto en  una reciente pregunta de UPyD  en la Asamblea de Madrid. http://www.elconfidencial.com/espana/2011/09/20/la-camara-de-cuentas-de-madrid-gasta-471000-euros-en-alquilar-8-coches-oficiales-84494/

El pormenorizado informe sobre la UPM tiene un tono general más riguroso que el que la misma Cámara hizo para la UCM para las cuentas de ese mismo año. Sus objetivos declarados (página 7), son a) determinar cuál es la organización de la universidad, b y c) comprobar que sus cuentas reflejan una imagen fiel de su situación y d y e) comprobar el cumplimiento de la legalidad. Objetivos tan clásicos conducen a un tipo de informe bastante limitado – el llamado de “regularidad” – respecto a lo que suele ser habitual en otros órganos de control externo en sus informes sobre universidades. Por ejemplo, el Tribunal de Cuentas, además de esos objetivos tradicionales  se propone otros como “evaluar la sujeción a los principios de eficiencia y economía en la gestión de los recursos públicos, para lo que se prevé el análisis de las áreas de docencia, investigación, organización

[del] personal, costes..”.  Por su parte el OCEX (Órgano de Control Externo) navarro se propone estudiar “la eficiencia en la gestión de los recursos públicos bajo su control y la ransparencia… analizar la evolución de la gestión económica… establecer líneas de mejora para la optimización de los recursos y la gestión… proponer actuaciones para la adaptación a los nuevos retos de futuro, fundamentalmente el convenio de financiación con el Gobierno” o el OCEX valenciano que se propone también controlar “la implantación del perfil de contratante y de la plataforma de contratación… un seguimiento de las recomendaciones recogidas en informes de fiscalización correspondientes a ejercicios anteriores (en la Comunidad Valenciana se fiscalizan con gran agilidad las cuentas de todas las universidades todos los años)” y ofrecer “un apartado de cuentas agregadas y magnitudes e indicadores financieros, con el fin de ofrecer un análisis de la evolución de las magnitudes económico-financieras del conjunto de universidades públicas, así como de la situación de su financiación pública por la Generalitat”. El énfasis en la eficacia y en la eficiencia en la gestión, la optimización de los recursos y de la oferta docente e investigadora, el análisis y comparación de los datos de varias universidades y de su evolución para poder anticipar el futuro, la estimación de costes y de niveles adecuados de financiación por los gobiernos regionales son algunos de los objetivos (propios de un informe que analiza los aspectos operativos)explícitos de los informes sobre universidades de otros OCEX, y presentan mucho mayor interés que aquellos que se limitan exclusivamente a verificar pormenorizadamente aspectos formales desde una óptica de legalidad, óptica que por otra parte imprescindible en cualquier tarea de control.

Pese a su exhaustividad formal, la Cámara omite cualquier mención al legalmente preceptivo  Informe de Auditoria externa para ese año y ello aunque dicho informe responde evidentemente a los objetivos b y c. de su fiscalización.

Tras la publicación del Informe de la Cámara, la UPM ha reconocido la existencia de algunas anomalías en sus cuentas y en su gestión , especialmente en el ámbito de la investigación, y ha intentado poner coto a ciertas informaciones aparecidas en prensa respecto a diversas irregularidades detectadas en la fiscalización http://www.elpais.com/articulo/madrid/Politecnica/reconoce/irregularidades/informe/Camara/Cuentas/elpepiespmad/20110826elpmad_1/Tes publicando en su web sus Alegaciones completas– no reseñadas por la Cámara ni tan siquiera como anexo a su Informe – junto con el Informe de fiscalización de la Cámara y el Informe de auditoría externa.

 El Informe de la Cámara, imposible de resumir aquí, presenta, además de sus limitados objetivos ya comentados, algunas otras características que conviene destacar:

–          Limitaciones al alcance y salvedades (páginas 8a 10): se apuntan nada menos que siete limitaciones al alcance en los trabajos efectuados, limitaciones que se sitúan en el ámbito de la definición de los ingresos por matrícula y los de cánones por proyectos artículo 83 imputables efectivamente al ejercicio, incertidumbres en la cuantía de la deuda pendiente y también en las obligaciones derivadas de convenios y de procedimientos judiciales en curso, y en general por la calidad de la información tratada por la OTT de la universidad.

 En alguno de los puntos citados parece que la Cámara de Cuentas de Madrid pudiera haber profundizado más y determinado por si misma el alcance de los problemas que denuncia.

También nos sorprender comprobar que hay disparidad de criterios entre auditores y fiscalizadores ya que las limitaciones y salvedades de los fiscalizadores – que intervienen a toro pasado, con dos años de perspectiva más que los auditores – coinciden sólo parcialmente con las expuestas dos años antes en su informe sobre las cuentas anuales 2008 de UPM por sus auditores externos.

 –          Conclusiones: el informe de la Cámara finaliza con un notable número de conclusiones – nada menos que 63 – que detallan a lo largo de diez páginas de apretado texto anomalías e irregularidades de diversa índole:  contables, de contratación, fiscales, etc.. Pese a su título no se trata de unas sucintas y pertinentes conclusiones dirigidas a una Asamblea legislativa o al público en general respecto a los limitados objetivos enunciados del Informe, sino de un mero resumen de las observaciones -relevantes o no efectuadas -a lo largo de la fiscalización, Así, no se llega a conocer tras su lectura si las cuentas 2008 de la UPM reflejaban la imagen fiel o no, y, si no era el caso, qué rectificaciones concretas habría que hacer a las mismas y cuál sería el resultado presupuestario, de cuenta de resultados y el balance y otros estados según la Cámara. Tampoco hay una opinión clara respecto al cumplimiento o no de la legalidad, si no más bien unas relaciones de anomalías e incumplimientos de diversa naturaleza y relevancia a juicio del lector, pero nos quedamos aquí también sin conocer la opinión del fiscalizador. El excesivo número de conclusiones y su falta de sistemática – no aparecen ordenadas ni por área ni por relevancia, si no por el orden en el que se fueron desgranando los asuntos en el informe – y la ausencia de una opinión clara suponen así una suerte de limitación al alcance del propio informe de la Cámara. Además, en algunos casos, se apuntan conclusiones que, tal vez por su brevedad, pueden considerarse como matizables o erróneas desde un punto de vista estrictamente contable. A título de ejemplo, se puede mencionar:

–          el tratamiento supuestamente correcto de los gastos de investigación (conclusión 2)

–           la forma en que debe reconocerse la matrícula (18)

–          el recgistro contable de los importes pendientes de cobro debido al incumplimiento por la Comunidad de Madrid de la aportación para inversiones de la UPM prevista en el contrato programa firmado, estando además consignada la cuantía en Ley de Presupuestos y existiendo sentencias favorables a favor de UCM en un supuesto idéntico. Pese a haber contrato, consignación legal del presupuesto y sentencias favorables en supuestos idénticos, la Cámara afirma que como “la Comunidad no ha reconocido ninguna obligación” no procede su registro contable (38)  

–           cuándo deben activarse los gastos de patentes (42): según la Cámara habría que activar el gasto correspondiente a las 163 patentes de titularidad UPM por que “son susceptibles de explotación y,como consecuencia, de generar recursos económicos”, pese a que en 2008 habrían generado tan sólo 18.000 euros de ingresos, de los que sólo 8.000 son  “royalties” recurrentes.

 –          Recomendaciones: al vasto número de conclusiones siguen 35 recomendaciones en las cinco últimas páginas del Informe (páginas 116 a 120) que remiten generalmente al cumplimiento de la normativa vigente.

En resumen, un informe con bastantes carencias pero que marca líneas para eliminar deficiencias en la gestión de esta universidad.

Madrid, 22 de septiembre

Xavier Puente