Por Elías Sanz

El pasado de 27 de abril se presentó en la Real Academia de Ciencias (RAC) un estudio sobre el análisis de los programas de formación postdoctoral financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación para investigadores españoles en el extranjero. Este estudio fue realizado por INAECU, a partir de un encargo de la RAC, y con la financiación de la Fundación La Caixa. En el estudio se analizaron dos programas de estancias postdoctorales: Estancias de movilidad posdoctoral en centros extranjeros (MPCE), convocatorias correspondientes a los años 2009 y 2010, y el programa continuación del anterior de Estancias de movilidad en el extranjero José Castillejo. Este programa incluyó las convocatorias de 2011 a 2019, excepto el año 2013, en el que no hubo convocatoria. En el primer programa se contemplaban estancias de un máximo de 24 meses, mientras que en el segundo el número máximo de meses fue solo de 6.

Los objetivos generales del estudio fueron dos: el primero de ellos se focalizó en el análisis de las principales variables de los programas de ayudas a la realización de estancias postdoctorales desde el año 2009 hasta 2019. Algunas de las variables analizadas fueron la duración de las estancias, las instituciones de origen y de acogida, o el género de los beneficiarios, entre otras. El segundo objetivo se centró en el análisis de la actividad científica realizada por los beneficiarios, a partir de sus publicaciones científicas (producción, colaboración con las instituciones de acogida, impacto de las publicaciones en colaboración y sin colaboración con dichas instituciones, instituciones de afiliación de los beneficiarios después de la realización de sus estancias), así como una estimación del porcentaje de investigadores que no retornaron a España.

Para la realización del estudio los datos se obtuvieron de dos fuentes: por un lado, de los listados de beneficiarios de las ayudas para estancias posdoctorales, que fueron remitidas por el Ministerio de Universidades y la Agencia Estatal de Investigación, y, por otro, los datos correspondientes a la producción científica de los beneficiarios obtenidos de la base de datos Web of Science (WoS), de Clarivate Analytics, una de las principales fuentes de información bibliométrica a nivel internacional. Asimismo, y con el fin de ganar en precisión y exhaustividad, a la hora de obtener el mayor número de publicaciones científicas, se consultó WOS con el ORCID de cada beneficiario obtenido mediante un procedimiento semiautomático.

El número total de beneficiarios de los dos programas que pudieron realizar sus estancias postdoctorales en centros extranjeros de investigación, durante el período analizado (2009-2019), fue de 2.229. Este elevado número hablaría de la amplitud del estudio.

En cuanto a los resultados, los más significativos que se obtuvieron en el estudio fueron los siguientes:

  • Los dos programas tuvieron como objetivos fundamentales estimular la producción científica de los beneficiarios, mejorando su calidad y establecer vínculos duraderos con la institución de acogida. El programa de Estancias de movilidad posdoctoral en centros extranjeros cumple ambos objetivos, ya que sus beneficiarios más que duplican sus publicaciones y citas recibidas respecto al Sistema Universitario Español (SUE) y, en un amplio porcentaje, consiguen establecer vínculos científicos duraderos con la institución de acogida. Sin embargo, el programa José Castillejo cumple parcialmente con los objetivos previstos, ya que mejora la calidad de la investigación realizada por sus beneficiarios, respecto al SUE en su conjunto, aunque el número de artículos y de citas recibidas son menores respecto al programa MPCE. En cambio, se observan carencias en el establecimiento de vínculos duraderos con la institución de acogida. Este estudio sugiere que el periodo de estancia de las convocatorias de este programa (4 meses de media) no es suficiente para cumplir los objetivos mencionados.
  • Otro de los resultados mostró que los artículos publicados en colaboración con las instituciones de acogida reciben un mayor número de citas que los artículos sin colaboración. Esto sugiere que la colaboración mejora en cualquier caso las perspectivas científicas de los beneficiarios.
  • Un porcentaje importante de los beneficiarios regresó a España al término de la beca. No obstante, una fracción significativa de ellos permaneció en el extranjero. Para el programa de estancias largas (2009 y 2010) se estima que, al menos, un 3 % y un 6,5 % de los beneficiarios permaneció en la institución extranjera, al menos durante todo el período analizado, ya que estos beneficiarios firman exclusivamente con la institución extranjera. En el programa José Castillejo, los propios requisitos exigidos (vinculación con la institución española más allá del término de la beca posdoctoral) propiciaban el regreso inmediato de los beneficiarios al término de la beca.
  • Casi un 7% de beneficiarios obtuvo un contrato del programa Ramón y Cajal para integrarse a centros de investigación españoles. En este sentido, los beneficiarios de los programas correspondientes a estancias largas (2009 y 2010) obtienen el contrato Ramón y Cajal, de media, 4 años después de la terminación de su beca posdoctoral, lo que parece sugerir que estos beneficiarios continúan su formación en el país de acogida algunos años después de la finalización de la beca. Por el contrario, los beneficiarios del programa José Castillejo (desde 2011), en todas sus convocatorias, obtienen el contrato Ramón y Cajal antes de la beca posdoctoral. Estos resultados del estudio parecen indicar que estos beneficiarios ya habían tenido amplia formación en el extranjero y, una vez contratados por un centro español, utilizaron la beca posdoctoral para realizar estancias breves en los centros donde realizaron sus estancias postdoctorales.
  • Respecto a la distribución por género, para todo el periodo analizado (2009-2019), los porcentajes de beneficiarios mujeres y hombres se mantienen casi constantes, alrededor de la proporción 45-55 %. Este porcentaje de mujeres beneficiarias observado en nuestro estudio es superior al de mujeres con título de doctor en instituciones de investigación españolas. Tampoco se han observado diferencias significativas entre convocatorias de larga y corta duración.
  • Otro aspecto a destacar de los resultados es la desigual distribución de las instituciones de origen de los beneficiarios por comunidades autónomas. En este sentido, y comparando con el volumen de la producción científica de cada comunidad autónoma, se observa una participación muy elevada en Madrid y Andalucía, y, por el contrario, un porcentaje muy inferior a lo esperable en Cataluña. Este dato no coincide con la elevada contribución que realiza Cataluña a la producción científica española.
  • Estados Unidos es el país con un mayor porcentaje de destinos en todas las áreas, mientras que el Reino Unido en segundo lugar, excepto en Matemáticas (Francia) y Física (Australia). Los porcentajes de beneficiarios en los dos primeros países decaen ligeramente a lo largo de la década, mientras que, en otros casos, como el de Portugal, se observa un crecimiento importante en el programa José Castillejo.

En cuanto a las recomendaciones que pueden hacerse a partir de la realización del estudio, habría que destacar las siguientes:

  • Es importante fomentar la realización de este tipo de estudios, para conocer la eficiencia de las políticas y programas de investigación. En este sentido, estos estudios permiten saber si se cumplen los objetivos propuestos, así como realizar los cambios adecuados para asegurar la rentabilidad de los recursos invertidos. Los resultados de este estudio confirman que el programa de estancias largas es más eficaz, a la hora de cumplir los objetivos, que el de estancias cortas.
  • Otra de las recomendaciones es la necesidad de garantizar la cooperación entre las distintas instituciones del Estado (central, autonómico y local), con la finalidad de conseguir la información necesaria que asegure la calidad de los resultados obtenidos. Las sinergias que se puedan establecer entre estas instituciones, pueden aportar una gran cantidad de recursos de información para conocer en profundidad los procesos analizados.
  • Finalmente hay que Intensificar y fortalecer la colaboración público privada, con el fin de facilitar la realización con más asiduidad de este tipo de estudios, que a la postre van a beneficiar a todos los actores del sistema científico español.

La dirección de la investigación del estudio, por parte de INAECU, ha sido realizada por Elías Sanz-Casado, con el equipo formado por los investigadores Jorge Mañana y Patricia Alonso. La coordinación del informe, por parte de la RAC, ha sido llevada a cabo por Juan M. Rojo, y la coordinación del proyecto por parte de la Fundación” la Caixa” por David Casado.