Hoy 9 de mayo y mañana se celebra en San Lorenzo de El Escorial el VI Congreso de Fundaciones Universitarias y Fundaciones Universidad Empresa.

El Programa del Congreso es de gran interés y pretende analizar el impacto en las universidades y en las propias fundaciones universitarias de dos de los retos de la Universidad:  el cambio en su modelo organizativo, que pudiera derivar de la aplicación del informe del comité de expertos, y el desarrollo e impacto que pueden tener los MOOCs .

En la apertura, Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones ha destacado el importante y poco conocido papel que juegan las fundaciones en todos los ámbitos de la sociedad, y en particular en el universitario, destacando que la fundaciones son “el mejor instrumento jurídico de cooperación público-privada”, y que sólo dependen de subvenciones en un 16%.

La primera conferencia, a cargo del Secretario General de Universidades Federico Morán, ha desarrollado las “Líneas estratégicas y prioridades de reforma de la Universidad” glosando el informe por los “sabios” que hemos comentado extensamente en estas páginas.

En su intervención ha destacado el “importante papel” que “podría y debería tener” la Ley de Mecenazgo en el futuro de la universidad española, abocada a una menor dependencia de financiación pública, y también la mayor participación de fundaciones y empresas.  Morán ha combatido la idea de que la propuesta de los sabios constituye un plan de privatización.

También ha indicado que el establecimiento de un sistema de incentivos en la financiación pública para “que aquéllas que lo estén haciendo mejor”  corresponde a la idea compartida por el Ministerio de Educación de que no todas las universidades tienen que ser iguales.

Ha afirmado que el Ministerio ha creado comisiones de trabajo y discusión sobre las propuestas del informe con los órganos de representación universitaria –CRUE, rectores y consejos sociales-, con las comunidades autónomas, asociaciones de estudiantes, agentes sociales y sindicatos y, tal vez incorpore a  empresas españolas. La idea es lograr el máximo consenso posible sobre esta posible reforma.

Morán ha dado a entender que el Ministerio no abordará una modificación general de la LOU que sería necesaria para algunos de los temas de más calado y más controvertidos del informe como por ejemplo la gobernanza.

No obstante el Ministerio sí contempla ir avanzando en reformas parciales de problemas identificados por la comisión de expertos, dando respuestas que permitan soluciones aplicables a corto plazo, como por ejemplo los acuerdos bilaterales con países para facilitar la incorporación de estudiantes extranjeros a nuestro sistema. 

Otro aspecto que Morán destacó en su intervención es la voluntad del Ministerio de plantear una normativa más flexible en diversos ámbitos, por ejemplo permitiendo la reducción a 180 de los créditos que debe tener un grado, que permita a cada institución, adoptar las fórmulas que consideren más adecuada.

En un primer bloque de Experiencias, Francisco Conde, Consejero de Economía e Industria de la Xunta de Galicia, ha destacado el papel de generación de conocimiento e innovación de las spin-offs promovidas desde las universidades, señala que hay cada vez más empresas, del sector automovilístico o de la piedra por ejemplo, que se están acercando a diversos centros, no sólo universidades, para que le ayuden a mejorar su capacidad de innovación y reforzar su competitividad. Comenta también las propuestas de la Xunta en materia de emprendimiento y destaca que la UE va a exigir a las CCAA que definan claramente su proyecto “inteligente” en materia de innovación.

José Francisco Alvarez, Catedrático de la UNED, afirma que se debe superar el modelo lineal de innovación y pasar a la innovación social abierta.  De hecho, ha mencionado, hay estudios que demuestran que buena parte de la innovación no tiene su fuente en el I+D. Destaca la importancia de la gobernanza y señala que debe gobernarse con las tecnologías, no ser gobernados por las tecnologías como sucede ahora en las universidades. El sistema universitario español está descoordinado, cada universidad va por su lado, por ejemplo desarrolla sus proyectos de organización electrónica de forma independiente. Esto no ocurre en otros países. Y el Estado debe fijar los estándares y no lo hace. Así se asumen costes enormes con poco fruto. Pone otros ejemplos como las páginas webs para profesores, se puede hacer en 10 minutos y bien, pero se usan tecnologías absurdas. Esto quiere decir que hay un problema de gestión de la información en las universidades.

José Morillo-Velarde, de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, destaca que la universidad es una institución que se mira demasiado a sí misma, es autogestionada y los cargos de gestión se eligen por sus méritos académicos no por su capacidad de gestión. La universidad se ve a sí misma como centro de investigación, actividad clave para la promoción interna de los profesores, pero poco ligado a la financiación.  Se ve como un transmisor de conocimientos mediante una docencia bastante normalizada por Aneca, y se ve, especialmente por las administraciones locales como un dinamizador económico y social de ciudades o provincias.

A continuación expone algunos problemas en la eficiencia del sistema universitario español. Mientras que las UUPP se financian principalmente vía CCAA, las Universidades Privadas se financian básicamente por las tasas de alumnos por docencia y con ello cubren parte de su actividad investigadora y de dinamización del entorno. Los estudiantes de las U. privadas asumen pues un papel de mecenazgo que debería reconocerse por el Estado. Destaca además el freno territorial existente para las U privadas que por definición no reciben fondos de las CCAA y que no pueden desarrollar una nueva actividad  en otras CCAA pese a que ya estén autorizadas en un territorio.

En un debate ulterior algunos participantes destacan que la investigación es consustancial con la condición de profesor pero no puede ser el único criterio  para evaluar al profesorado. En materia de emprendimiento deben establecerse mecanismos de apoyo fiscal a estas actividades pero las nuevas empresas no deben basarse en subvenciones. Las UUPP no están transfiriendo conocimiento, su incidencia en la economía real es pequeña. Además es dudoso que las universidades sean las que mejor puedan transmitir una cultura emprendedora de la que en muchos sentidos carecen en su propio entorno.

En el debate de la tarde, Rafael Puyol, ex rector de la Complutense y participante en la comisión de sabios, plantea la cuestión de la gobernanza considerando que el sistema actual de toma de decisiones – necesario hace treinta años – es hoy obsoleto e ineficaz. La Comisión partía del postulado de que hay demasiados órganos y de tamaño excesivo. Por eso hay que reducir número y dimensión y tal vez funciones. En el principal órgano, el Consejo de Universidad; hay que dar más relevancia a la sociedad civil. En todos los órganos debe haber mayoría de académicos y el Rector debe ser académico. Para ciertos cargos se propone mayor internacionalización y más exigencia académica; por ejemplo un Rector debe tener amplia experiencia acreditada en investigación y en gestión. Estos principios se sintetizan en la propuesta de los “sabios”:

Rector: es la máxima autoridad, es académico, designado por el Consejo, con mandato de cinco renovable, candidatos internos y externos con mínimo de tres sexenios o equivalente, prestigio previo y experiencia en gestión

Consejo de Universidad: representa los intereses académicos y de la sociedad. Menos de 25 miembros, 5 años renovable y con mayoría de académicos. Se sugiere una composición, 50% académicos y comunidad universitaria, 25% designados por CCAA entre personas independientes de prestigio y 25% cooptado con el mismo perfil.

Equipo de Gobierno: es designado por el Rector que también designa a Decanos y Directores de Escuela tras oír a los Departamentos.

Claustro: pasa a ser un órgano consultivo reducido en número con un 80% de PDI.

Se mantienen las Juntas de Centro y de Departamento.

Ha habido cuatro críticas principales a esta propuesta de gobernanza de los “sabios”:

Reducción de la democracia: hay elección democrática en todos los órganos. La elección de Decanos propuesta facilita que todos sean oídos y más eficacia.

Ingerencia política: la elección de personas por las CCAA está limitada y se excluyen los perfiles políticos y sindicales y la mayoría del Consejo es académica.

Transplante de un modelo anglosajón que no va a funcionar: no es así si se comprueba cómo funcionan esas universidades y pone ejemplos concretos al respecto de países que tienen modelos similares al propuesto, detallando la casuística existente en Helsinki, Utrecht, Florencia, Coimbra, Estocolmo, Sorbonne…

Privatización de la universidad: esta crítica no se sustenta de ninguna manera.

La propuesta de los sabios contribuiría a agilizar y flexibilizar la universidad y a alejar al Rector de la presión de los grupos de poder internos dando más relevancia a la sociedad civil dado que los Consejos Sociales no han funcionado.

Jose María de Luxán recuerda en primer lugar que la universidad privada comienza a tener presencia en el entorno universitario español y que esto ha afectado también al sistema público. A la hora de plantearse cambios en la universidad pública propone encontrar espacios para mejorar y simplificar lo existente sin necesidad de nuevas reformas. Algunos piden autonomía, y no dar explicaciones hacia fuera, y otros plantean que la legislación regule todo al detalle, para evitar conflictos internos. Frente a un ámbito formal, político, regido por la burocracia, hay otro informal, en el que se busca hacer lo que se quiere al margen de las normas. Estos dos mundos coexisten, están distantes y su distancia les refuerza mutuamente. homogeneidad frente a diversidad. La demanda de diversidad se produce en el ámbito formal (planes de estudio, selección de personal, elección de Rector) que muchas veces son reflejo de copia de prácticas de otros ámbitos. Si se quiere reducir homogeneidad hay que cambiar la forma de copiar esas prácticas. En el mundo informal priman los incentivos económicos individuales, la libertad de decisión… Por eso opina que el problema no es plantear una buena propuesta formal si no por dar valor a lo que se hace bien en los modelos informales. En el ámbito de los títulos por ejemplo (oficial frente a propio) hay una idea de título “oficial” porque hay ámbitos regulados, idea de “licencia”. Pero en ese caso tampoco hay tanta distancia entre ambos aunque los primeros – los oficiales – están financiados con fondos ajenos, públicos, mientras que los propios están financiados con fondos privados (matricula, mercado). Que el precio dependa de que algo sea oficial  no parece muy razonable, debería más bien vincularse precio a coste, aunque luego deban tratarse las cuestiones de igualdad. En materia de enseñanzas somos capaces de organizar enseñanzas pero no se reconocen aprendizajes. Hay preocupación sobre los efectos de los títulos. En otras instituciones lo que se valora es el aprendizaje de los titulados.

Por eso, aumentar la autonomía de la gestión implica tomar decisiones diferentes y no es posible aumentar la autonomía detallando la forma de actuar. Si lo que se demanda es autonomía debería reducirse la regulación. Si lo que se promueve es la homogeneidad lo que procede es aumentar la regulación.

Las mejores propuestas del mundo informal son las que deberían trasladarse al mundo formal.

 

Mañana continuará este Congreso.

 

 

Xavier Puente – 9 de mayo de 2013