Dentro del apartado práctico de nuestro blog, iniciamos un taller de inteligencia emocional. En esta primera parte vamos a aclarar el concepto de inteligencia emocional desde un punto de vista científico. El término “inteligencia emocional” se ha utilizado desde mediados del siglo XX, aumentando el número de trabajos publicados en sus últimas décadas. Algunos de estos trabajos están relacionados con la importancia de la inteligencia emocional en nuestra vida, en el trabajo y en la educación. El término llegó al gran público a principalmente a través de los libros del psicólogo Daniel Goleman. Desde un punto de vista teórico se puede destacar que Gardner (1980) así como otros psicólogos ya escribieron sobre la existencia de múltiples tipos de inteligencia, así como acerca de la importancia de las emociones.  Finalmente en la década de los 90 del siglo pasado se desarrolló el concepto de inteligencia emocional  (Mayer et al., 1990; Salovey & Mayer, 1990;   Mayer y Salovey, 1997). Así, estos autores definieron la inteligencia emocional como

 

Emociones

Las emociones son importantes en nuestra vida

 

“la habilidad para percibir, reconocer y expresar con exactitud las emociones; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos cuando éstos facilitan el pensamiento; la habilidad para comprender las emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones que promueven el crecimiento emocional e intelectual” (Mayer y Salovey 1997, p. 10). Estos mismos autores establecen cuatro dimensiones o aspectos claves de la inteligencia emocional:
a) percepción, valoración y expresión de la emoción: habilidad para percibir emociones en uno mismo y en los otros; expresar emociones y discriminar entre emociones
b) facilitación emocional del pensamiento:  habilidad para usar y sentir emociones de forma necesaria para comunicar sentimientos o usarlos en otros procesos cognitivos;
c) comprender y analizar las emociones empleando el conocimiento emocional: habilidad para comprender y etiquetar las emociones, habilidad para entender información emocional, entender cómo las emociones se combinan y evolucionan a lo largo de una relación y apreciar los significados de las emociones;
d) regulación reflexiva de las emociones para promover el crecimiento emocional e intelectual: habilidad para estar abierto a señales emocionales y regular y gestionar las emociones propias y las de los demás.

Uno de los modelos de inteligencia emocional más conocido, el módelo de Goleman utiliza una definición más extensa y  lo une a diferentes habilidades y capacidades, todas ellas probablemente útiles, pero que quedarían fuera de lo modelo original. Las analizaremos en un artículo posterior.
Como veremos en la segunda parte de este taller, la inteligencia emocional se puede medir. Esta medida es importante para poder evaluar su importancia tanto en la vida como en el trabajo. Además, aunque algunas organizaciones han incorporado la inteligencia emocional en los programas de desarrollo y formación de sus empleados, no son programas estructurados ni miden cómo esa formación influye en el desarrollo de los líderes, el rendimiento, el bienestar psicológico y físico de los trabajadores, el desarrollo de redes sociales dentro y fuera del trabajo, etc. Esta falta de rigor y la existencia de resultados contradictorios ha llevado a algunos autores a plantearse si la inteligencia emocional puede ser una moda más en el mundo de la empresa y de la educación  (Zeidner,  Roberts y Matthews, 2008).

Nos vemos pronto….

BIBLIOGRAFÍA
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence. New York: Bantam Books.
Goleman, D. (1998a). Working with Emotional Intelligence. New York: Bantam Books.
Goleman, D. (1998b). The emotionally competent leader. Harvard Business Review, 76, 36–76.
Goleman, D. (1998c). What makes a leader? Harvard Business Review, 76, 93–102.
Goleman, D. (2000). Leadership that get results. Harvard Business Review, 78, 78–90.
Goleman, D., Boyatzis, R. y McKee, A. (2002). El líder resonante crea más. El poder de la inteligencia emocional. Barcelona: Random House Mondadori.
Mayer, J. D., & Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? In P. Salovey & D. Sluyter (eds.): Emotional development and emotional intelligence: Implications for educators (pp. 3-31). New York: Basic Books.ç
Mayer, J. D., Di Paolo, M. T., & Salovey, P. (1990). Perceiving affective content in ambiguous visual stimuli: A component of emotional intelligence. Journal of Personality Assessment, 54, 772–781.Mayer, J. D., Roberts, R. D.,  & Barsade, S. G. (2008). Human abilities: Emotional intelligence. Annual Review of Psychology, 59, 507−536.
Mayer, J. D., Salovey P & Caruso, D. R. (2008). Emotional Intelligence: new ability or eclectic traits. American Psychologist, 63 (6), 503-517.
Salovey, P., & Mayer, J.D. (1990). Emotional intelligence. Imagination, Cognition and Personality, 9, 185–211.
Zeidner, M., Roberts, R. & Matthews, G. (2008). The Science of Emotional Intelligence: current consensus and controversies. European Psychologist, 13(1), 64–78.