Sabemos que (casi) nadie se guía por los programas electorales a la hora de votar pero creemos que tiene un gran interés analizar la oferta electoral de los principales partidos políticos en materia de universidades e investigación en vísperas de las elecciones generales que se celebrarán dentro de unos días. Dado que nuestro sistema político otorga gran parte de las competencias en materia de educación a las comunidades autónomas, hemos creído útil partir de un análisis de los programas electorales en materia de universidades de los cuatro partidos con representación en la cámara legislativa de una Comunidad Autónoma, la de Madrid, y abordar en una próxima entrada los programas de esos mismos cuatro partidos en las próximas elecciones generales.

Programas autonómicos en Madrid en mayo de 2011

En su programa, el Partido Popular (PP) madrileño ha incluido sólo tres propuestas en materia universitaria, razón por la que sólo aparece en los tres primeros apartados de esta nota referidos a Financiación, Becas y Calidad. Sus propuestas abarcan una financiación “clara, suficiente, transparente y con objetivos de docencia e investigación”, así como el refuerzo de las becas de excelencia y la potenciación de los estudios en inglés. El contenido es claro pero la  concreción escasa. El PP no apunta nada sobre sus logros – limitados en educación superior en los últimos ocho años de gobierno de Esperanza Aguirre – y no trata cuestiones tales como la calidad de la docencia y de la investigación, la gobernanza, la organización de la oferta de titulaciones, las reglas de acceso a la docencia, la mejora de la eficacia y eficiencia, el mejor uso de los fondos públicos o la transparencia y la rendición de cuentas.

La extrema concisión de los populares contrasta con las casi veinte propuestas de los socialistas madrileños, que combinan algunas de alto nivel de concreción pero con varias de ellas situadas en la línea del llamado “optimismo antropológico”: “Alcanzaremos el 85% de estudiantes titulados en Educación Superior”, con otras más difusas y que muchas veces no parecen encajar en el convulso entorno económico actual.

IU se centra en “garantizar la calidad de la universidad como servicio público”, prestando atención a los aspectos sociales de las universidades y olvidando la situación económica actual. No detalla ciertas medidas, especialmente en su política de becas, ni establece las “necesidades sociales” que determinarían muchas decisiones como la oferta de plazas o el nivel de financiación que esa coalición considera “suficiente”. Por lo demás su programa confía en las universidades públicas como elemento de progreso y como uno de los entes a tener en cuenta a la hora de definir gran número de políticas públicas.

Por último, UPyD presenta, con diverso nivel de detalle, propuestas sobre docentes, investigadores y alumnos, colaboración con las empresas del entorno y el establecimiento de una financiación pública basada en incentivos y evaluaciones de calidad.

1.- Financiación

 Esta es la principal tarea pendiente en el programa de casi todos los grupos (PP, PSOE e IU), que presentan fórmulas vacías de contenido. Así, el PP propone un sistema de financiación “claro, suficiente y transparente”, mientras que el PSOE se centra en la “estabilidad” de un nuevo marco financiero que tampoco llega a concretar y en “equiparar la inversión por alumno a la de los mejores centros europeos”. Las propuestas de los dos partidos más votados en Madrid generan ciertas dudas: ¿es posible que los populares consideren que el sistema de financiación actual, que han implantado hace sólo cinco años, no da la talla en cuanto a claridad, suficiencia y transparencia?; y, en el lado socialista, ¿por qué no fijar la cuantía pretendida del aumento de la inversión por alumno? Para IU, sus objetivos en materia de financiación pública son que esta sea “suficiente para la dotación de medios materiales y humanos que permita una docencia acorde con las directrices europeas, así como una investigación básica de calidad”. Propone una equiparación con la UE en el gasto por estudiante – si comprobamos las estadísticas de gasto por alumno en términos PPS a nivel UE27 esta propuesta puede suponer una disminución del gasto público por alumno (ver nuestra entrada Comparativa del gasto en educación y en enseñanza superior en la UE de hace unos días, aunque en la misma no se desglosa el gasto por CCAA) y en el dedicado a becas y ayudas al alumnado universitario – aquí la equiparación con Europa si que supone claramente un mayor gasto. Proponene un EES centrado “en la renovación pedagógica y no en la subordinación a los intereses del mercado”. En este apartado UPyD arremete contra el sistema actual de financiación de las universidades madrileñas, en el que se habría creado una fuerte competencia entre las universidades públicas madrileñas que “está llevando a un proceso perverso (…) donde el valor añadido de cada universidad está más ligado a la facilidad de consecución de titulaciones que a la calidad de la formación”. Tras esta grave crítica al modelo de financiación y a las propias universidades, es interesante su propuesta de fijar un sistema de financiación basado en los niveles de calidad y eficiencia de cada universidad en lugar de en el número de alumnos. En el tercer apartado sobre Calidad en la enseñanza expondremos como propone UPyD llevar a cabo esa valoración.

2.- El sistema de becas

Aquí la propuesta del PP madrileño es “reforzar el sistema de becas de excelencia para los alumnos”, pero sin aclarar si se potenciará el número de becados o las cuantías. PSOE e IU proponen la elaboración de una política integral de becas. No aclaran si se trata de una política regional propia o no, ni cómo se coordinaría con la política del Ministerio. Para IU esas becas no pueden ser inferiores a una “media de la UE” que no indica. El PSOE desea que “al menos el 70% de los estudiantes tengan beca o ayuda al estudio”;  no hace referencia ni a cuantías ni a criterios para la adjudicación de las mismas ni a la viabilidad económica de esa nueva política de becas. UPyD propone mantener el actual sistema de becas basado en ayudas financieras, complementándolo con préstamos a tipo de interés nulo o becas de colaboración, una solución aparentemente más viable desde una perspectiva económica pero en la que no se explicita el papel respectivo de Universidad, Comunidad y Gobierno central.

3.- Calidad en la enseñanza universitaria madrileña

En este apartado el PP madrileño se compromete a la potenciación de la docencia de grados y posgrados en inglés, pro“indispensable para abrir nuestras universidades al exterior”, medida coherente con su actuación en otros niveles educativos y que enlaza con la enseñanza bilingüe que se va extendiendo con mayor o menor fortuna por numerosos colegios e institutos madrileños y con la captación de estudiantes extranjeros que paguen tasas plenas. Falta aquí  concretar el detalle de lo que se va a hacer, cómo y con qué medios. El PSOE de Madrid se ha centrado en lo que denomina la promoción de la “excelencia docente y científica” y el valor de la educación como “bien público social”, declaraciones de intención sin mayor detalle. Tanto PP como PSOE se diferencian de IU y UPyD en que estos últimos incorporan sistemas efectivos de evaluación de la calidad, que aparecen descritos en sus programas. IU plantea en su programa la creación de un nuevo ente, una Agencia Regional de Evaluación y Calidad, cuyos objetivos principales serían “la consecución de los máximos niveles de calidad en el sistema universitario público y su adecuación a las demandas sociales”. No se dice cómo se evaluará la “calidad” ni como se determinarán cuáles son las “demandas sociales”? Frente a este modelo sin método, UPyD propone un método sin modelo. Los titulados deberán realizar pruebas homologadas externas, y se eliminaran los “insufriblemente burocráticos” sistemas de evaluación actuales. En el mismo terreno de la calidad en la enseñanza el PSOE se compromete a “potenciar el cambio en el modelo formativo y metodológico” mientras que UPyD afirma que apuesta por la “integración de las universidades españolas en el EEES”, si bien rechaza ciertas reformas que se están llevando a cabo en las universidades escudándose en Bolonia. Entre éstas se hallan “la subordinación de los estudios universitarios a supuestas necesidades del mercado de trabajo, la privatización indirecta de las titulaciones, el intento de imponer en la enseñanza superior una metodología didáctica uniforme (…) o el nuevo máster de formación del profesorado”. Por su parte, IU sugiere la implementación de un programa regional de apoyo a las universidades públicas para facilitar dicho proceso de adaptación sin analizar ni la naturaleza de la labor de apoyo ni los criterios para el acceso a tal programa o sin fijar incentivos para aquellos que ya implementaron el EEES con éxito.

4.- Organización del sistema universitario y de investigación en la Comunidad de Madrid

Nada dice al respecto el PP.

El PSOE aporta en este apartado el mayor número de propuestas, que ecomprenden la creación de nuevos centros de estudios y parques científicos, así como de distintos instrumentos planificadores con variado alcance y significado. Los socialistas madrileños apuestan también por la creación de diversos nuevos centros de estudio de la Universidad de Alcalá de Henares en los municipios del Corredor de Henares, así como de más centros integrados de la UNED en toda la región. Además plantean la construcción de tres nuevos Parques Científicos en la Comunidad de Madrid, que se unirían a los ocho ya existentes en la región y la implementación de numerosos instrumentos planificadores y de cooperación, con la voluntad de “convertir Madrid en una de las capitales europeas del conocimiento (…) mediante la promoción de la excelencia, potenciando la internacionalización y su implicación real en el cambio de modelo socioeconómico”. También prometen “fortalecer el sistema madrileño de ciencia e innovación”, y “fomentar la transferencia del conocimiento”, objetivos no detallados en actuaciones concretas. Todas estas reformas pueden realizarse a través de la aprobación de una Estrategia Madrileña de Ciencia e Innovación 2020 (que pretende alcanzar una Inversión que alcance el 3.5% del PIB regional para esa fecha) y creando un Sistema Universitario Madrileño cuyas funciones no se especifican, y otras actuaciones como la aprobación de un nuevo Plan Regional de Investigación Científica e Innovación Tecnológica, cuyos recursos aumentarían hasta 500 millones de euros en 2015 lo que supone doblar los recursos actuales.

IU apuesta también por la creación de nuevos centros de estudios y por una mejor planificación de la oferta de plazas, “acorde con las necesidades sociales y organizada por zonas geográficas, tendiendo a cubrir el conjunto de las áreas de conocimiento y de los grados con desplazamientos mínimos” . Para determinar la idoneidad o no de la creación de nuevas universidades en Madrid, propone efectuar previamente un estudio sobre su necesidad y sobre la disponibilidad de los mínimos de medios materiales y humanos que garanticen su calidad académica. Propone la creación de un nuevo Campus en el sur de la región con nuevas Facultades que completen la oferta pública del área de las Ciencias Experimentales y de la Salud y den cobertura a la demanda social de plazas para determinadas titulaciones, el establecimiento de un mapa con la oferta de titulaciones en el ámbito autonómico que, “teniendo en cuenta los recursos existentes, dé respuesta desde las universidades públicas a la demanda social”  e incluye una previsión relativa a los ayuntamientos en los que se hallen enclavadas las universidades, que “deberán incorporar políticas activas, incluso financieras, hacia ellas”.

Para UPyD la solución no pasa por el aumento del gasto, sino por su mantenimiento e incluso su reducción, basándose en un uso “más eficiente y racional” de los recursos. Así, en lugar de crear nuevos centros de estudios como proponen PSOE e IU, UPyD apuesta por la “racionalización del número de universidades” (sólo en la Comunidad de Madrid contamos con seis públicas y siete privadas, además de la sede central de la UNED), objetivo que se lograría mediante fusiones de universidades públicas en función de la proximidad geográfica o la complementariedad académica, “así como de titulaciones universitarias considerando el número de alumnos matriculados”. También propone implantar un catálogo nacional de titulaciones con directrices específicas para cada una de ellas, “con el fin de obtener la homogeneidad necesaria para garantizar la movilidad de los estudiantes promovida por Bolonia”.

5.- Personal docente y de investigación

En esta materia cada partido, excepto PP que no dice nada, ha adoptado una postura diferenciada.

El PSOE de Madrid ha propuesto en las elecciones autonómicas la aprobación de un Estatuto del Personal Docente e Investigador acorde con las previsiones de la LOU y de la nueva Ley de la Ciencia.

IU hace promesa de estabilidad en la contratación del profesorado y de contrato laboral para los becarios de investigación y profesorado en formación.

Por último, UPyD deja en parte de lado la situación del PDI para centrarse más en la reforma de su sistema de selección con el objetivo de acabar con la endogamia, “una de las principales lacras de la universidad española” y restituyendo a los funcionarios universitarios el derecho al traslado en todo el territorio nacional, sustituyendo la interpretación estricta de la autonomía universitaria (capacidad de la misma para contratar sus profesores de forma autónoma) por una interpretación más amplia, que supone la autonomía de la Academia en general respecto al poder. El nuevo partido también mira con preocupación el estado actual de la investigación en el ámbito universitario español, y propone por ello la “desvinculación de las plantillas de los departamentos universitarios de las necesidades docentes”, previendo distintos itinerarios profesionales en función de la actividad que se vaya a desarrollar dentro de la universidad. De este modo el personal investigador sería sólo contratado sobre la base de su productividad investigadora.

6.- Estudiantes

 Las propuestas con respecto al alumnado pasan, para PSOE e IU, por conseguir la ya mencionada igualación del gasto en educación universitaria a la media de la UE, propuesta que como ya hemos comentado anteriormente.

UPyD deja este tema de lado centrándose en otras cuestiones como el establecimiento de un sistema fijo de tasas para los posgrados similar al de los estudios de grado. Esto lograría “evitar que factores económico-sociales prevalezcan sobre la capacidad y el mérito”. UPyD muestra también preocupación por el alto fracaso estudiantil. Para acabar con él, afirma la conveniencia de implantar un sistema de acceso “más riguroso, que permita la realización de pruebas específicas en las titulaciones en que se estime necesario”, y la necesidad de reducir el número de convocatorias por asignatura, y establecer un tiempo límite en el que completar los estudios. Una vez superados estos límites, sólo quedaría abierta la puerta de la UNED. Por último, apuesta por el establecimiento de horarios de jornada lectiva continua (de mañana o de tarde), que permitan llevar a cabo prácticas o trabajos a media jornada en empresas o ser beneficiario de becas de colaboración.

7.- Cooperación y otras cuestiones

El PSOE madrileño propone al Gobierno de España un marco de cooperación en ciencia e innovación para “aprovechar al máximo la presencia en Madrid de la mayor densidad nacional del organismos públicos estatales de investigación”, la creación de una figura canalizadora de la burocracia en relación con las dudas relativas a los investigadores que se trasladan a o desde España y el establecimiento de mecanismos de interacción entre los ciclos formativos de grados superior, la enseñanza universitaria y el mundo empresarial.

Por su parte, UPyD se ha centrado más en la cooperación con el entorno empresarial para lograr una mayor interrelación entre la sociedad civil y la comunidad universitaria y manifiesta su intención de establecer cauces de cooperación con las empresas para la realización de prácticas, que serían supervisadas para poder así garantizar su valor formativo, y que se extendería también al ámbito de la investigación, si bien sin abandonar el impulso de la investigación básica, cuya financiación deberá hacerse fundamentalmente con fondos públicos.

Finalmente IU de Madrid se transgorma en campeón de diversas causas más o menos minoritarias y propone establecer becas y apoyos a la investigación LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), becas de estudios universitarios en los países de origen a inmigrantes, impulso del retorno de cerebros a los países en vías de desarrollo y creación en las universidades madrileñas de licenciaturas de estudios africanos e iberoamericanos, exoneración de tasas de matrícula de la universidad pública de Madrid a los trabajadores desempleados sin derechos a prestación y familias sin ingresos, supresión de wifi en las universidades, o lograr que al menos el 5% de los mayores madrileños puedan participar a lo largo de la legislatura 2011-2015 en programas universitarios de mayores.

En conclusión, estamos ante unos programas electorales autonómicos de las cuatro principales fuerzas políticas que, exceptuando una a veces refrescante UPyD, se sitúan fundamentalmente en el tradicional discurso de dotar de recursos adicionales a la enseñanza superior.

En unos días continuaremos con los programas electorales para las elecciones generales del 20N.

Héctor Gordo y Xavier Puente

31 de octubre de 2011