La financiación otorgada por la Comunidad de Madrid a las universidades públicas madrileñas se caracteriza por su progresiva reducción en términos absolutos y reales en los últimos años y por su distribución desigual que beneficia a las universidades mayores y menos eficientes.

La escasez de financiación es el resultado de las prioridades marcadas anualmente por la Comunidad de Madrid en sus presupuestos, que conduce a que las universidades públicas madrileñas recibirán en 2012 un nivel de financiación más bajo en términos absolutos que en 2006. En efecto, la financiación de la Comunidad de Madrid al sistema universitario madrileño ascenderá a 1.021 millones en 2012 contra 1.058 millones en 2006, lo que supone una caída acumulada de cerca del 20% en términos reales en los últimos siete años. Si tomamos como referencia el año 2008, el último de bonanza, la caída de la financiación es de casi el 30% en términos reales. Esto contrasta con lo sucedido en los años previos a 2008 en los que las universidades se beneficiaron de un sostenido crecimiento de los fondos que les eran otorgados (+18% de 2005 a 2008), aunque su distribución entre universidades no obedeciera siempre a criterios objetivos.

La inadecuada asignación de los recursos entre las universidades es principalmente el resultado del punto de partida adoptado y del régimen transitorio del Modelo de financiación de las Universidades Públicas de Madrid 2006-2010 que garantiza a todas las universidades unos mínimos lo que, unido a la no aportación de fondos adicionales al sistema universitario madrileño, ha convertido en letra muerta un Modelo que constituía un claro paso adelante al  fijar un marco de financiación estable, transparente y orientado a la excelencia y eficacia y eficiencia del sistema universitario madrileño.

 Una asignación de fondos deficiente

Si tomamos como referencia el año 2008, el último para el que la CRUE ha publicado los datos del excelente estudio de Juan Hernández Armenteros La Universidad en cifras 2010, vemos que, en un extremo,  las  universidades Carlos III y Autónoma destacan por su rendimiento académico e investigador, situándose en el extremo opuesto Complutense y Politécnica.

Podría suponerse que el gobierno de la Comunidad de Madrid, que reiteradamente apela al  fomento de la excelencia en diversos ámbitos, trasladaría ese criterio de excelencia a la financiación otorgada a las distintas universidades. Pero los datos no demuestran eso y, como se puede ver en el cuadro siguiente, la financiación por egresado que reciben la Politécnica o la Complutense es muy superior a la recibida por el resto de universidades.

 

Universidades Públicas Madrileñas – 2008

Rendimiento

Financiación

Tasa de rendimiento académico(nº créditos aprobados x alumnos / nº créditos matriculados)

Proporción de sexenios de investigación en los cinco últimos años

Transferencias corrientes de la administración educativa / Nº estudiantes egresados

Transferencias corrientes de la adm. educativa / Nº estudiantes matriculados

UC3M

75,7

110%

30.389 €

5.820 €

UAM

70,3

108%

41.098 €

6.515 €

URJC

s.d.

s.d.

41.081 €

4.035 €

UAH

63,7

77%

40.335 €

6.313 €

UCM

64,2

52%

46.459 €

6.023 €

UPM

59,4

s.d

52.107 €

6.266 €

Media UUPP Madrid

66,2

s,d.

43.482 €

5.917 €

Media UUPP España

63,8

s.d

40.065 €

5.791 €

(Elaboración propia a partir de datos de “La universidad española en cifras 2010” – Juan Hernández Armenteros pág. 445, 447, 457)

En la práctica, el Modelo de Financiación no está premiando el rendimiento académico o investigador si no a las universidades menos eficientes de acuerdo a los datos anteriores.

 

El Modelo de Financiación 2006-2010

El Modelo de Financiación del gasto corriente (Modelo de Financiación de las Universidades Públicas de Madrid 2006-2010) es el pilar fundamental de la financiación concedida por la Comunidad de Madrid a las universidades. En 2012 supondrá casi un 92 % del total de la financiación total aportada por la Comunidad a las universidades.

Se complementa con otros dos instrumentos: el Contrato Programa de Inversiones (“Plan de Inversiones en las Universidades Públicas de la Comunidad de Madrid 2007-2011”) actualmente bajo mínimos tras haber sido reducida drásticamente su dotación que en  2012 será de sólo 13,5 M de (frente a 145,0 M planificados para 2011) y diversas dotaciones para complementos salariales – un total de 58,2 M € – para el PDI (Personal Docente Investigador) madrileño.

El Modelo de Financiación del gasto corriente distribuye los fondos que la Comunidad de Madrid destina a las universidades en base a tres grandes conceptos:

–          Un fondo de financiación básica que representa el 85% del total de fondos de modelo y que se destinan en un 70 % a financiar la docencia, medida en base al criterio de número de créditos, y en un 30% a financiar la investigación medida en base a diversos criterios: porcentaje de sexenios relativos, fondos de investigación captados, fondos A.83 captados, tesis leídas por PDI etc.  

–          Un fondo especial por objetivos, suerte de cajón de sastre donde se miden hasta 24 indicadores de tal forma que todas las universidades consiguen situarse a la cabeza en  en alguno de ellos

–          Un fondo de necesidades singulares que recibe un 5% y que la Comunidad de Madrid no ha sabido implementar por lo que su dotación se ha acumulado al primer fondo.

Estamos pues ante un Modelo de Financiación que distribuye recursos a aquellas universidades que son activas en docencia (número de créditos matriculados) y eficientes en investigación (según los criterios ya citados), lo que habitualmente denominamos un modelo “competitivo”. Esto es muy razonable siempre y cuando los fondos que se destinen al Modelo sean suficientes. Analizaremos brevemente más adelante la suficiencia de las dotaciones al describir la evolución de las dotaciones presupuestarias para universidades de la Comunidad de Madrid.

Pero la razonabilidad del Modelo desaparece al introducirse su régimen transitorio que limita el carateer competitivo del Modelo a sus aspectos más residuales.

 

El régimen transitorio unido a la ampliación de las dotaciones presupuestarias conduce al fracaso del Modelo

Teóricamente el régimen transitorio del Modelo pretende evitar los sobresaltos que las universidades poco activas en docencia y en investigación sufrirían como resultado de su aplicación. Garantiza a todas las universidades que mantendrán el nivel de financiación que ya tuvieran antes de la puesta en marcha del Modelo, actualizando además anualmente durante los cinco años de duración del Modelo esos importes de acuerdo al IPC previsto.

En la práctica, este régimen transitorio supone la desaparición del caracter competitivo del Modelo ya la cuasi totalidad de las dotaciones se distribuyen en base a la historia, al punto de partida adoptado, creando una suerte de privilegios históricos, y unicamente los fondos adicionales que excedan del IPC se distribuyen de forma competitiva entre aquellas universidades que alcancen unos mejores resultados. Todo ello se ha traducido automáticamente en un mantenimiento del “statu quo” a lo largo de los cinco últimos años, al anular la diferenciación real en la financiación otorgada a las universidades en base a sus resultados en docencia e investigación, ya que prácticamente no se han introducido fondos adicionales por encima del IPC que permitiesen incentivar los resultados esperados. Como puede verse en el cuadro siguiente, las universidades que se han esforzado y han incrementado y mejorado su actividad docente o investigadora no se han beneficiado por la potencialidad de la aplicación del Modelo de Financiación al aplicarse el restrictivo régimen transitorio, siendo la Complutense la universidad más beneficiada por el mismo y la Rey Juan Carlos, la universidad que más ha aumentado su oferta de titulaciones, la más perjudicada.

Cuadro que refleja las entidades beneficiadas por la aplicación del régimen transitorio del Modelo de Financiación en el periodo 2007-2011

(en M €)

Acumulado 07-11

Modelo Financiación

Real – Teórica sin régimen transitorio

UAH

-8

UAM

-45

UCM

144

UC3M

-49

UPM

39

URJC

-81

(Elaboración propia)

Cabe suponer que la Comunidad está satisfecha con estos resultados ya que ha prorrogado la aplicación del régimen transitorio otros dos años después de los cinco de “transición” pactados. El Modelo de Financiación finalizó en 2010 pero su vigencia ha sido prorrogada por la Comunidad de Madrid en 2011 y 2012 yla transitoriedad de cinco años se ha ampliado con una “segunda transición” de otros dos por decisión unilateral de la Comunidad. Esta transitoriedad contribuye a desincentivar la gestión eficiente en las universidades que ven que, hagan lo que hagan, tienen unos recursos que obedecen primordialmente a razones históricas y no a su eficiencia o esfuerzos actuales.

 

Evolución de las partidas de universidades en los presupuestos de la Comunidad de Madrid en el periodo 2005  – 2012

Como puede verse en el cuadro siguiente, hasta 2008 las universidades públicas  madrileñas vieron incrementados sus presupuestos de manera significativa y se pudo percibir una tímida voluntad de ordenar el sistema de financiación universitario y utilizarlo como incentivo de un  cambio desde las propias universidades por parte del gobierno autonómico. Los acuerdos en materia de gasto corriente (Modelo de Financiación) para el periodo 2006-10 y en materia inversiones (Plan de Inversiones) para el periodo 2007-11 apuntaban en ese sentido. Pero, en cuanto aparecieron los primeros síntomas de crisis económica en 2008, la lógica aplicada por las autoridades autonómicas pasó a ser la de la restricción presupuestaria olvidando cualquier atisbo de logro de objetivos de racionalidad o de excelencia. , y se recortó linealmente el gasto sin entrar a valorar dónde ni cómo se recortaba ni qué medidas complementarias – lo que en otros ámbitos se denominan “reformas estructurales” – se establecían para mejorar el sistema universitario madrileño.

(en M €) 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Gasto corriente y Modelo financ. 817,6 899,4 929,9 955,2 964,8 962,3 934,4 931,6
inversiones 103,4 87,4 95,0 120,0 64,0 18,7 18,7 13,4
Complementos salariales 53,6 57,6 66,7 75,5 77,9 77,9 58,2 58,2
Total financiación 974,6 1.044,4 1.091,6 1.150,7 1.106,7 1.058,9 1.011,3 1.003,2
(Elaboración propia)

La eficacia y anticipación del Consejero de Hacienda madrileño en 2008 contrasta así con la de los titulares de Educación que durante los últimos cuatro años no han sabido orientar eficazmente los recortes ni definir una política universitaria.

Entre 2008 y 2012 – el presupuesto del año próximo se está aprobando estos días – las dotaciones para las universidades se recortan 148 M €, casi un 15% en términos absolutos y cerca del 30% en términos reales, es decir incluyendo la inflación, y, lo que probablemente es peor, los recortes se han hecho sin criterio, sin información y sin consenso, y no se han acompañado ni de previsiones a medio plazo ni de medidas de reorganización del sistema universitario autonómico (revisión de la oferta de titulaciones, etc.) como si se ha hecho en otras Comunidades como, por ejemplo, Cataluña.

Por partidas, vemos que el gasto del Modelo de Financiación del gasto corriente se ha recortado un 2.5% en el quinquenio 2008-2012. Pero son las partidas de complementos salariales, con una caída del 23%, en las que la Comunidad de Madrid ha operado diversas reclasificaciones presupuestarias para no atender a sus compromisos, y de Inversiones, con un reducción brutal del 89%, las que han experimentado los recortes más fuertes. En el caso de éstas últimas, contrasta la dotación prevista para 2011 (18.7 M €) y 2012 (13,4 M E) con el importe pactado por la Comunidad para 2011, que era de 145  M €.

Estos recortes comprometen seriamente la viabilidad del Sistema Universitario Madrileño tal y como lo conocemos y son contrarios a lo pactado por las universidades madrileñas con la Comunidad en el Modelo de Financiación y en el Plan de Inversiones, e incluso en ocasiones contrarios a lo aprobado en Ley de Presupuestos. Por eso, las universidades han emprendido a diversos ritmos  unos planes de ajuste del gasto y de incremento de sus ingresos. Es probable que estos planes, forzosamente limitados ante la rigidez de gran parte del gasto, puedan resultar insuficientes tanto por la complejidad y lentitud de los procesos de decisión en las universidades, como por la persistente reducción de la financiación pública de la Comunidad y del Estado que siempre va un paso por delante de los recortes que se programan. En paralelo, todas las universidades han formulado reclamaciones a la Comunidad exigiendo el cumplimiento de sus compromisos y, en el caso de la Complutense, se han iniciado procedimientos judiciales exigiendo el cumplimiento de lo previsto en el Plan de Inversiones 2007-11 y en la Ley de Presupuestos de 2008 con un relativo éxito – ver en el apartado de Sentencias de nuestro blog – que comentaremos en otra ocasión.

En resumen

El Modelo de Financiación 2006-2010 de la Comunidad de Madrid, generaba incentivos útiles para que las universidades madrileñas avanzasen autónomamente en la senda de una mayor eficiencia en docencia e investigación. Sin embargo, el efecto conjunto de su régimen transitorio, que garantizaba el “statu quo” a todos cualquiera que fuera su desempeño, de los recortes presupuestarios desde 2008, de la ausencia de iniciativas de racionalización por parte del gobierno de la Comunidad y del mantenimiento del régimen transitorio en 2011 y 2012, ha tenido el efecto contrario al pretendido con ese Modelo de Financiación inicialmente competitivo. El resultado ha sido un agravamiento del tratamiento desigual de las universidades, penalizando principalmente a las universidades Rey Juan Carlos, Autónoma de Madrid y Carlos III de Madrid que son las que deberían haber recibido más fondos según una aplicación estricta del Modelo.

Por otra parte, la reducción en términos reales de las dotaciones presupuestarias para las universidades madrileñas desde 2008 ha sido muy importante y pone en grave riesgo el mantenimiento de sus niveles de calidad en docencia e investigación.

Es por tanto urgente que la Comunidad de Madrid establezca con las universidades una financiación “clara, suficiente, transparente y con objetivos de docencia e investigación” tal y como figuraba en el programa electoral de mayo pasado del partido gobernante en la Comunidad (ver en nuestro análisis de los programas electorales autonómicos en materia de universidades)

Xavier Puente – 21 de diciembre de 2011