El Grupo Sectorial de Universidades de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), integrado por más de 60 fundaciones universitarias y fundaciones universidad empresa, ha presentado el pasado mes de mayo en el V Congreso de Fundaciones Universitarias, un nuevo estudio denominado Mapa de Fundaciones Universitarias, que tiene por objeto conocer las actividades que llevan a cabo las fundaciones universitarias. A partir del más de medio centenar de encuestas contestadas se ha obtenido una muestra significativa que ha permitido analizar diversos datos.

Ubicación: la distribución de las fundaciones por comunidades se corresponde en buena medida con la de las universidades a las que están vinculadas.

Antigüedad: las fundaciones universitarias son recientes; el 91% nacen después de 1980, y un 30% nacen en el quinquenio 1997-2001.

Asociaciones: el 71% de las fundaciones encuestadas pertenecen a la AEF, el 36% a la RedFUE Red de Fundaciones Universidad Empresa, el 17% no pertenecen a ninguna de ellas y un 24% pertenecen tanto a AEF como a RedFUE.

Actividades: La mayor parte de las fundaciones no están especializadas en una única actividad, sino que realizan diversas actividades. Las más frecuentes son Formación (la realizan 86% de las fundaciones), Concesión de Becas (79%), Promoción de la Investigación (59%), Inserción Laboral (46%) y Viveros de Empresas (44%). Al inquirir cuál de esas actividades es la principal, de nuevo aparece la Formación (48% la consideran su actividad principal), seguida de la Investigación (25%), la concesión de becas (20%) y, a bastante distancia, la inserción laboral (5%).

Dentro de la actividad de formación, el postgrado constituye la principal actividad formativa predominando los másteres propios, si bien hay fundaciones que también ofertan másters oficiales. Además muchas fundaciones ofrecen otros tipos de formación complementaria como cursos de extensión, formación para mayores, idiomas, etc. El total de beneficiarios de las actividades formativas de las fundaciones que han contestado a la encuesta suma 191.372 alumnos. Extrapolando estos datos al conjunto de fundaciones universitarias, estaríamos ante más de medio millón de alumnos formándose en actividades organizadas por ellas.

En cuanto a la concesión de becas, segunda actividad más importante de las fundaciones, se distingue entre becas de investigación, de cooperación educativa (prácticas en empresas) y becas de estudio. El total de beneficiarios de las becas en la muestra seleccionada asciende a 35.147.

Recursos económicos: Para el desarrollo de sus actividades la fundaciones cuentan con unos recursos de 596 millones de euros, lo que sitúa a ese conjunto de 53 fundaciones universitarias en un nivel similar al de las 200 primeras empresas españolas por facturación, con un presupuesto similar al de la mayor universidad española o al de un ayuntamiento como el de Bilbao. Ahora bien, estos datos agregados esconden una realidad de grandes diferencias entre fundaciones. En efecto, las dos mayores fundaciones presentan un perfil claramente diferente del resto, por cuanto que podrían asimilarse a propietarias de universidades, es decir, que sus datos realmente incluyen toda la dimensión en recursos y actividad de una universidad, mientras que el resto actúan como instituciones ligadas a universidades a las que complementan. De esta forma, al excluir esas dos fundaciones, las cifras totales son claramente inferiores: el total de ingresos alcanza 346 millones de € y el número de empleados 3.396. Aún así sigue habiendo una notable dispersión en la dimensión de las fundaciones restantes: hay otro par de fundaciones con tamaño entorno a 38 millones de ingresos y otras tres en el entorno 16-21 millones; finalmente quedaría el grueso del colectivo de fundaciones se reparte entre 50.000 € y 12 millones de ingresos, con una media en 4,3 millones. En conjunto, las fundaciones presentan una situación bastante equilibrada entre ingresos y gastos. No obstante nada menos que diez fundaciones de las 56 que facilitan esos datos tienen unos gastos mayores que los ingresos, si bien sólo en el caso de cinco de ellas el porcentaje de desviación de gastos sobre ingresos (déficit) supera lo que a todas luces parece una tasa excesiva, el 5%.

El grupo de fundaciones que ha facilitado datos totaliza unos activos de 1.043 millones, con unos fondos propios de 454 millones. Pero, al igual que con los ingresos, las cifras de patrimonio globales resultan de la agregación de realidades diversas. El patrimonio agregado de las 52 fundaciones que dan ese dato asciende a 454 millones, pero si se excluyen las dos mayores esta cifra baja a 203 millones, lo que daría una media de aproximadamente 4 millones de patrimonio por fundación. Si en lugar de excluir a las dos mayores fundaciones lo hacemos con las cinco mayores el patrimonio medio de cada fundación restante es de tan sólo 2,3 M .

Recursos humanos: las 56 fundaciones que han participado en el estudio ocupan 6.978 personas. De este total, el 74% es personal propio, siendo el resto personal contratado para proyectos de investigación. Las dos mayores fundaciones concentran el 51% de ese personal y las cinco mayores un 64%. Sin estas cinco fundaciones, que tienen entre otras cosas una importante actividad de investigación, la cifra media de empleados es de 51 personas.

Control de calidad: un 45% de las fundaciones afirmaron usar sistemas de control de calidad, siendo la norma ISO la certificación de más frecuente aplicación (69%).

Como conclusión, estamos ante un estudio que nos situa ante la realidad actual de las fundaciones universitarias en España. Hoy podemos decir que la mayor parte de universidades cuentan con una fundación y que éstas tienen como actividades principales la formación, la gestión de becas y la investigación. Se aprecia una gran diversidad de tamaño entre fundaciones, las cinco mayores de la muestra concentran el 58% de ingresos, el 77% del patrimonio y 63% activos, y bel 64% del personal. La mayor parte de las fundaciones tienen ingresos medios de alrededor de 5 millones pero las cinco grandes tienen unos ingresos anuales muy superiores.

Pero todavía desconocemos muchos datos de nuestras fundaciones. Por ello, sería interesante que futuros Mapas de las fundaciones universitarias, u otros estudios similares impulsados por alguna de las dos asociaciones que agrupan a las fundaciones universitarias, profundizasen sin prejuicios en la realidad de nuestras fundaciones en otras cuestiones de gran interés como son:

– Ventajas e inconvenientes de la gestión de ciertas actividades a través de las fundaciones universitarias en lugar de proceder a una gestión directa por la universidad. Las fundaciones universitarias ¿son necesarias y permiten una gestión más ágil y eficaz? o ¿nacen primordialmente con el objetivo de eludir controles internos o externos, siendo un medio para “huir del derecho administrativo”?, ¿qué requisitos deben cumplir para ajustarse a los principios de interés general que deben guiarlas?, ¿cuándo puede afirmarse que son exitosas?, ¿cuándo que no lo son?, ¿qué enseñanzas pueden extraer las universidades de la gestión de sus mejores fundaciones?, ¿requieren las fundaciones de una masa crítica mínima?, ¿cuál es ésta?

– ¿Qué experiencias hay en materia de fundaciones universitarias en aquellos países que cuentan con un sistema universitario potente? ¿En qué se diferencian sus fundaciones universitarias de las nuestras?

– Evolución de su ámbito de actividad en la última década, qué actividades desean abandonar y en cuáles se han introducido recientemente o desean introducirse

– ¿Cómo se vinculan las fundaciones con las universidades: vía convenios, encomiendas de gestión, concursos, etc., como se vinculan a través de sus propios órganos de gobierno?. ¿Son estos modos de vinculación óptimos desde el punto de vista económico, jurídico y fiscal?,  ¿Quiénes deben dirigirlas?

– Resultados de las fiscalizaciones por los OCEX tanto cuando existe una participación mayoritaria de una universidad en su fondo patrimonial o en el control de las subvenciones que reciben y gestionan. ¿Cuáles son los mecanismos que deben seguirse para asegurar una adecuada transparencia y rendición de cuentas de las fundaciones universitarias?

Xavier Puente – 15 de diciembre 2011